Ir al contenido principal

Rafael Soto | Reflexiones sobre la credibilidad

No sé en qué quedará el caso Ferreras. No soy juez para juzgar si es responsable de haber difundido a propósito información falsa. Desde luego, él lo niega. Lo que sí sé es que la credibilidad es el bien más preciado de un profesional de la información, porque de ella deriva la confianza.


Sin embargo, no es secreto que el oficio ha estado al servicio de los intereses de los poderosos desde los orígenes del mismo. La mentira y la verdad a medias son el día a día en una prensa que no tiene más control que el del mercado y, en ocasiones, una Justicia cada vez más raquítica y manoseada.

Las fuentes de credibilidad y confianza han variado a lo largo de los años. En los tiempos del gaceterismo, las autoridades y los propios impresores eran la fuente de credibilidad. Una honestidad que, en ocasiones, estaban obligados a reivindicar.

Así fue el caso de la impresora María Pérez en 1621. Al final de la relación anónima Victoria que el armada de Inglaterra alcançò con solos diez Galeones de diez y siete Naos de Turcos, a vista de Tarifa, tres dias despues de la que alcançò nuestra Armada en el Estrecho de Gibraltar y assi mismo se refiere el daño que la dicha Armada hizo (disponible aquí), se lleva a cabo una reivindicación que debe de atribuirse a la impresora:

[…] y adviertan que si aca imprimimos todas las nuevas que vienen, es porque todos generalmente piden con tanta ansia como podrían pedir pan, aviendo gran falta de trigo, que ay dia que es necesario un portero que dè razon a todo genero de gente, que piden relaciones impresas de lo que apenas se sabe en la ciudad y llegò a sus oidos. La verdad te decimos en sustancia, de cualquier suceso, y cree que ninguna relación que se imprime es inventada, sino adornada, deja de mormurar, y entretenerse en leer lo que yo dispongo con harto trabajo.

La cita de fuentes informativas para sustentar la credibilidad fue una práctica minoritaria hasta el siglo XIX. Una excepción en los tiempos de María Pérez fue Juan Serrano de Vargas. Este impresor también redactó sus propias noticias, vinculadas con desastres naturales en Andalucía. Será el propio Serrano de Vargas el que denunciará la divulgación de noticias falsas en un memorial de 1625 (disponible aquí):

[...] hase de mandar a los comisarios y veedores cada uno en su distrito que quiten todos los papeles impressos como no sean cartillas y libros de la passion y catones, reformando todos los que entre impressores llaman menudencia o recetería, en que andan impressos muchos disparates, no consintiendo a los ciegos y papelistas repartan indulgencias oraciones y otros papeles, publicando embelecos, mentiras y milagros nunca sucedidos [...] Pide Seuilla gran cuydado en los papelistas y ciegos, donde es la gente muy nouelera y se reciben bien inuenciones y ay gran numero de impressores; en Seuilla ay siete [...]

En Montilla, lugar de pocos vezinos y de quatro hombres de letras medianas, ay dos impressores que son fuente de mil inventivas y disparates que imprimen y cunden el Andaluzía; en Cádiz ay otro; y en Xerez otro y en Malaga dos, donde no los hubo jamas ni pueden sustentarse, y assi quando uno quiere imprimir algo en ofensa o defensa acude a estos, que ven el cielo abierto
[...]

En pleno siglo XXI, el problema de la credibilidad y de la confianza en los medios sigue vigente como consecuencia del uso excesivo de fuentes institucionales, unas condiciones laborales precarias y los intereses de los de siempre.

Las agrupaciones profesionales del periodismo deberían de tener potestad para garantizar el cumplimiento de ciertos mínimos deontológicos. Sin embargo, a día de hoy, carecen de herramientas eficientes. No conviene dárselas.

En un estudio reciente, los investigadores Jorge Vázquez-Herrero, María-Cruz Negreira-Rey, Alba Silva-Rodríguez y Ana-Isabel Rodríguez-Vázquez (disponible aquí) se proponen, entre otras cuestiones, identificar las principales razones que justifican las preferencias informativas de la ciudadanía española, observando los factores de confianza, proximidad, especialización temática, línea editorial y canal. Las conclusiones no pueden ser más claras:

[…] se observa que la proximidad es una de las principales razones por las que la audiencia escoge un medio u otro. Este indicador está, además, intrínsecamente relacionado con el de la confianza, que destaca como primer factor a la hora de decantarse por una marca periodística o canal –siendo ambos más importantes que la línea editorial o la especialización temática–.

Se confirma que la confianza continúa siendo fundamental a la hora de seleccionar ciertas cabeceras para informarse (Rodríguez-Fernández et al., 2020), aunque esta haya ido mermando con el paso del tiempo (Newman et al., 2020) debido a un contexto de control informativo, concentración empresarial y de creciente circulación de contenidos falsos. De este trabajo se desprende que el nivel de satisfacción manifestado con respecto al contexto social, político y económico del país puede tener influencia en el grado de confianza mediática
.

Insisto: no soy juez. No puedo ni debo juzgar a García Ferreras. Sin embargo, hay un hecho indiscutible. Si las acusaciones son ciertas, no le quedará nada. Porque, tanto ayer como hoy, un profesional de la información sin credibilidad es tierra bañada en sal.

Haereticus dixit

RAFAEL SOTO