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El Consejo Regulador recomienda aplicar tratamientos en los viñedos para controlar la expansión del mildiu

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles ha instado a los viticultores del marco a tratar sus viñedos para controlar la expansión del mildiu, una epidemia vegetal que afecta a las vides, especialmente durante la primavera, y cuyos primeros síntomas se detectaron a mediados del pasado mes de abril en varios pagos del término municipal de Montemayor.



Las manchas de mildiu que se han observado hasta ahora en el marco vitivinícola cordobés presentan ya pelusa y "posiblemente" hayan provocado nuevas contaminaciones a causa de las lluvias registradas del 2 al 4 de mayo pasados, cuando se contabilizaron hasta 25 litros por metro cuadrado en algunas zonas de la Campiña Sur.

"Se prevé la aparición de nuevas manchas, mucho más numerosas, durante los primeros veinte días de mayo", advirtió la responsable del Aula de Viticultura, Ángela Portero, quien recordó que el mildiu es una enfermedad epidémica que "puede o no atacar las viñas" en función de la incidencia de las lluvias que puedan registrarse durante la campaña.

"Este año, las precipitaciones han producido manchas contaminantes por todo el viñedo, de modo que el ataque puede ser muy importante si se producen nuevas lluvias y los viticultores no aplican los tratamientos ni siguen las recomendaciones técnicas", recordó Portero, quien hizo hincapié en que coincidiendo con el periodo de floración, "las viñas ya deben estar protegidas contra el mildiu".

De este modo, la estrategia que el Aula de Viticultura ha diseñado para tratar de controlar la expansión del mildiu por los viñedos del marco Montilla-Moriles varía con respecto a la situación de cada parcela. Así, en el caso de viñedos que presenten manchas, se recomienda tratar inmediatamente con sistémicos de acción parada y erradicantes, mientras que las fincas que todavía no han recibido ningún tratamiento deben protegerse antes de la floración.

Conocido en otras regiones como añublo o mildeo, este hongo parásito originario de América puede ocasionar daños devastadores en todos los órganos de la planta si el clima le favorece. De esta forma, representa una de las enfermedades criptogámicas más peligrosas y de las más temidas por los viticultores porque, cuando la infección es grande, puede devastar toda la producción de una zona vitivinícola.

En los últimos años, y gracias a la constante labor del Aula de Viticultura del Consejo Regulador y al aliciente que representan para los viticultores de la zona los premios en metálico de los que está dotado el Concurso “Pedro Cabezuelo”, el mildiu solo afecta un porcentaje relativamente bajo de los viñedos de la DOP Montilla-Moriles.

Generalmente, los agricultores de Montemayor son los primeros en dar la alerta cada año en la zona Montilla-Moriles, al contar con viñedos en terrenos arenosos, donde la brotación es más temprana. Una vez que se detecta la primera mancha, se debe evitar arrancar la hoja afectada de la cepa, alertando de inmediato al Aula de Viticultura del Consejo Regulador, a través del correo atria@montillamoriles.es o en el teléfono 680 216 567.

Una vez verificada la infección, el Aula de Viticultura del Consejo Regulador da la voz de alarma y, en caso de que sea necesario –porque se prevean lluvias inminentes o porque el mildiu esté muy extendido– los viticultores pueden empezar a aplicar los tratamientos correspondientes, a base de productos penetrantes y sistémicos que actúan incluso cuando la enfermedad se ha hecho presente en la planta.

De esta forma, a los viñedos afectados se les pueden aplicar tratamientos a base de cobre que, además de ofrecer buenos resultados, tienen un coste relativamente bajo. No obstante, si la infección es mayor, es recomendable acudir a productos sistémicos, con lo que el tratamiento se encarece considerablemente.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR