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Aureliano Sáinz | Discos y portadas (33)

Estamos entrando en el 2021 y, definitivamente, dejamos atrás al 2020. No voy a explicar lo que ha significado el año que hemos abandonado, ya que todos lo sabemos y ahora vivimos con la esperanza de encontrar una salida al cerco de un virus que nos mantuvo y nos mantiene aún sin tregua y sin pausa.


A pesar de todas las dificultades, la música continuó grabándose y editándose, para regocijo de quienes consideramos que no es posible vivir sin un mundo que hemos creado para el disfrute de nuestros sentidos. Bien es cierto que han desaparecido revistas que llevaban años editándose, caso de la mítica Rockdelux, pero han aparecido alternativas digitales para cubrir estas ausencias.

A partir de lo indicado, tengo que apuntar que esta serie que llevo adelante continúa y que en este número voy a presentar diez discos que aparecieron en el 2020. Creo que son álbumes muy buenos, al tiempo que sus portadas me parecen excelentes, por lo que se sigue valorando el diseño gráfico como parte de la industria musical.

En esta ocasión, aparecen discos nacionales e internacionales. No es ningún top-10, puesto que, como he apuntado, he buscado una selección propia basada tanto en la música como en el diseño de las portadas: selección que paso a presentar y a comentar brevemente.


El cuarto álbum de Tame Impala, The Slow Rush, grupo australiano liderado por Alan Parker, se inscribe dentro del pop neo-psicodélico. La portada de corte surrealista ha sido diseñada por Neil Krug. En ella aparece una habitación de color rojo con las ventanas abiertas, de modo que va penetrando la arena hasta cubrir con amplitud los suelos.


La neoyorquina Lady Gaga publicó su sexto álbum de estudio a mediados del año pasado. Chromatica se inscribe en la línea house en el que la diva se mueve con facilidad. Magnífica portada que nos recuerda a los trabajos del diseñador suizo H. R. Giger, aunque en este caso se sale del cromatismo negro y gris, dando protagonismo al rosa magenta del fondo.


A pesar de sus 79 años, parece que Bob Dylan no puede vivir sin sacar un disco con el que ampliar su enorme repertorio grabado. El problema (o no) es que Roug And Rowdy Ways es un magnífico disco que hay que escuchar completo para entender que su vena creativa no para. Para la portada acudió al fotógrafo Josh que nos muestra una escena ‘retro’ que pudiera producirse en un bar de carretera con jukebox incluida.


Si miramos a nuestro país, me parece que El regreso de Abba, el décimo álbum del grupo catalán Sidonie, merece la pena ser destacado, pues contiene 23 temas articulados en lo que podemos llamar un trabajo conceptual. Por otro lado, los barceloneses han optado por una portada naif, en el que aparece un árbol con trazos que parecen dirigidos a los niños.


Robert Plant: otro de los grandes artistas que parece que han nacido para nadar dentro de los sonidos. Lejos quedan sus tiempos en Led Zeppelin, dado que a partir de 1982 cuando inicia su carrera en solitario nos ha dejado magníficos trabajos como este último titulado Digging Deep Subterranea. La portada se debe al diseñador británico Richard Evans, que trabajó en Hipgnosis, el equipo que creó gran parte de las portadas de Pink Floyd.


Volvemos al suelo patrio para presentar el último disco de larga duración, Ventanas, de los granadinos de Niños Mutantes. Si tenemos en cuenta que su primer trabajo, Mano, parque, paseo, apareció en 1998 podemos comprobar que ya tienen una larga trayectoria detrás. El diseño de la portada se inscribe dentro del geometrismo y del op-art, dando énfasis a la tipografía y a el uso de colores puros.


En la antítesis gráfica del disco de los Niños Mutantes se muestra The New Abnormal del quinteto de Nueva York The Strokes. No es la limpieza, sino la suciedad visual, característica de los grafitis y las pintadas urbanas, lo que predomina en la portada. Dos décadas después de que apareciera su exitoso Is This It nos ofrecen otro trabajo que supone la continuidad de aquellos lejanos sonidos.


Algún día se reconocerá que en este país hay excelentes diseñadores gráficos. Esto lo digo porque el segundo disco de Ànteros, …Y en paz la oscuridad, tiene una magnífica portada, en la línea del art Nouveau que predominó a comienzos del siglo pasado y la que se refleja el significado del título del álbum. La formación barcelonesa articula el rock instrumental de algunos de sus temas con otros de fuerza dentro del denominado post hardcore.


La banda estadounidense The Killers, formada en Las Vegas, en el año 2001, publicó su sexto álbum Imploding the Mirage en el año pasado. Como dato relevante, quisiera apuntar que todos sus discos han alcanzado el número uno en el Reino Unido. En este caso, me ha parecido oportuno seleccionarlos no solo musicalmente sino también por el diseño de la portada que recuerde a los murales que realizó el mexicano David Alfaro Siqueiros.


Como no podía ser de otro modo, cierro esta selección con el álbum Homegrown de mi admirado Neil Young. Y se trata de un disco que ha tenido que esperar nada menos que 45 años para que viera la luz, ya que estaba prevista su salida en 1975, pero que se prefirió que saliera el mercado Tonight the night. Incluso esa portada, de estética tan hogareña y con aires art déco, que ahora vemos estaba realizada por Tom Wilkes, el mismo que hizo Harvest, el disco más exitoso del canadiense.

AURELIANO SÁINZ