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Mostrando las entradas etiquetadas como In Memoriam [Antonio López Hidalgo]

Antonio López Hidalgo | Tu cuerpo

Tu cuerpo es la mariposa que revolotea mi vida incesantemente, es el agua que bebo con sed y sin sed, es el agua que me baña para calmarme la fatiga y la angustia. Tu cuerpo es el vino que necesito para sobrellevar la vida, el antídoto contra los horarios impuestos y las esperanzas trunc…

Antonio López Hidalgo | Miro tus ojos

Siempre me quedo escuchando tu nombre cuando los campos pierden la luz del día y la noche lo impregna todo de una oscuridad necesaria y reconfortante. Miro el cielo estrellado cuando el sol se pone en lontananza y ya ha perdido el fulgor con el que arranca cada mañana. A veces, me…

Antonio López Hidalgo | Tantos años después

Se habían conocido tantos años atrás que ahora que la tenía delante no podía entender que aquella mujer no le reconociera. Hablaba aleteando con las manos, como si haciendo aire a su alrededor, las palabras alcanzaran un orden determinado y una armonía lograda. Desde que la con…

Antonio López Hidalgo | Esos ojos grises

La mujer que un día vio cómo un hombre asesinaba a otro en plena calle está sentada en un café céntrico de cualquier ciudad. Cada tarde desde hace unos meses repite la misma ceremonia. Se sienta a la misma mesa, pide una leche tibia manchada y abre un libro, siempre diferente. Lee, o apa…

Antonio López Hidalgo | Comienza a lloviznar

Lo ve tras los cristales de la cafetería, y entonces paga y lo sigue. Desde hace casi un año repite esta ceremonia diariamente. Hoy la mañana es luminosa. Es un tiempo de primavera anticipada en un año que ha llovido poco. Será verdad, piensa, eso del cambio climático, el deshielo, la se…

Antonio López Hidalgo | Una sola noche es suficiente

No le quedó otro consuelo que pensar que todo había sido un sueño. Lo quiso pensar tantas veces que la imaginación no alcanzó a más escaramuzas cuando el tiempo, contundente como una piedra, le dio a entender que no se puede abrir una roca con la sola sospecha de esa posibilidad. A parti…

Antonio López Hidalgo | Un encuentro insospechado

Cuando subió al AVE, coche 8, asiento 9B, iba tan ensimismado en sus pensamientos que no reconoció a nadie. Siempre que viajaba, pedía un asiento aislado, junto a la ventana, para no molestar y para que nadie le molestara. Le gustaba pegar la mirada al cristal y observar sin pensar en e…

Antonio López Hidalgo | Esos estragos de un instante

Cuándo fue el último día, quién anunció la despedida si ninguno sabía que el final tenía fecha fijada, si ninguno tenía billete de partida y mucho menos pasaje de vuelta. Lo supieron en ese mismo instante inevitable, ese instante en que los tragos y los estragos amenazan sin titubeos. Er…

Antonio López Hidalgo | La mujer que no existía

Por las noches, cada noche de cada sábado, durante catorce años, acudió al mismo bar con la sensación irrenunciable de que allí conocería a la mujer de su vida. Nos lo contaba con esa naturalidad de quien está convencido que subirá al árbol aunque sus manos no alcancen las primeras ramas…

Antonio López Hidalgo | La camarera

A sus 34 años se dio cuenta de que la vida no había valido la pena, de que tenía pocos recuerdos para colgar en un marco, de que los hombres le habían rehuido sin entender bien las razones, porque se miraba en el espejo y adivinaba un cuerpo aún joven, algo entrado en carnes, pero todaví…

Antonio López Hidalgo | Todo es un milagro

Juan Pablo II y Benedicto XVI eran muy amigos. Durante décadas compartieron complicidades y ambiciones. Ambos querían ser papas, y lo consiguieron. Ambos detestaban la ideología marxista y cualquier emblema que oliera a justicia social, y la persiguieron como si se tratara de una peste. …

Antonio López Hidalgo | La Policía no escucha

La vida nos hace diferentes aunque, en ocasiones, algunas coincidencias nos pueden cambiar el rumbo de nuestras vidas: el color de los ojos, un apellido que no es único, una virtud o un defecto que son transferibles. Nacemos y vivimos con la pretensión insalvable de que nuestra individua…

Antonio López Hidalgo | Las bondades del jamón

Las noticias se las puede calificar como "sorprendentes" o "extraordinarias", como "insólitas" o "inauditas". Depende, claro está, del grado de sorpresa que arranque en el público, del recorrido que el titular arrastre desde el día de su publicació…

Antonio López Hidalgo | La emoción de un momento

Cuenta Juan Cruz que Mario Vargas Llosa lloró e hizo llorar al auditorio cuando leyó el discurso de agradecimiento por la concesión del Premio Nobel de Literatura. En efecto, así lo pudimos comprobar en las imágenes que las televisiones emitieron en todo el mundo. Se le atravesó un nudo …

Antonio López Hidalgo | Perdido entre lobos

Hace más de treinta años, Gabriel Janer Manilla conoció a Marcos Rodríguez cuando se documentaba sobre su tesis doctoral basada en los niños que han vivido en estado salvaje. En 1970 se licenció en Pedagogía por la Universidad de Barcelona, y ocho años más tarde leyó la tesis sobre La pr…

Antonio López Hidalgo | Cualquiera se cansa

Mira uno la vida desde la ventana y le da pereza abrir las puertas y salir a la luz o a las tinieblas. Todo depende cómo se mire. Si ahora miramos el mundo sin telescopio, vemos un paisaje que abruma en lontananza y aquí al lado buscamos las ascuas del fuego apagado y del futuro que nos…